Sarah Burton y Louise Trotter van ganando el juego de las sillas
- María Sofía Cervantes
- 13 ene
- 5 Min. de lectura
El conocido “juego de las sillas de la moda” aún no termina de concretarse. Pareciera que algunas sillas buscan permanecer vacías, mientras que otras no tardaron más de 5 minutos en “llenarse”.

En una industria en la que la mayoría de los directores creativos son hombres, es una grata noticia cuando se anuncia la incorporación de una mujer más a esta lista. Y sobre todo, cuando no se hace desde un lugar de "cuota", que llega a sentirse condescendiente o forzado, sino de una verdadera capacidad y propuesta para cumplir con las tareas que exige una dirección creativa. Este año, dos mujeres bastante creativas e innovadoras se unen a la reducida lista de directoras creativas: Miuccia Prada en Prada y Miu Miu, Phoebe Philo en su marca homónima, las gemelas Olsen en The Row y ahora, Sarah Burton en Givenchy y Louise Trotter en Bottega Veneta. Tanto Sarah como Louise son parte de la lista Business of Fashion 500. Además de su perspectiva femenina sobre la moda, no podemos dejar de mencionar su innegable capacidad para entender el contexto de lo que ya existe y transformarlo en una narrativa con autenticidad.
Probablemente han escuchado de Sarah Burton como la mano derecha de Lee McQueen durante sus años en Alexander McQueen. O de cómo Louise Trotter revivió Lacoste, convirtiéndola de una marca totalmente centrada en el tenis y el golf, a una marca presente en looks de street style. Aunque todo esto es importante para las dos, cada una ha trabajado y creado su camino en esta industria, con una visión creativa y valores personales que trascienden su carrera.

Sarah comenzó como asistente de diseño en Alexander McQueen, mientras seguía estudiando Diseño de Moda en Central Saint Martins. Su determinación, ganas de aprender y su entendimiento de la creatividad la convirtieron muy pronto en la mano derecha de Lee Alexander McQueen.
Así que podemos asumir que fue parte importante de todos los fashion moments que nos regaló el diseñador durante sus años de vida, tanto en su marca homónima como en Givenchy.
Sabemos que los creativos no trabajan solos, tienen un equipo que les ayuda a bajar las ideas y volverlas realidad. Alguien esencial para materializar las ideas de Lee era Sarah.
Tras la desafortunada muerte de McQueen en 2010, Sarah tomó el lugar de directora creativa. Su intención desde el inicio fue incorporar un enfoque más ligero, femenino y, sobre todo, personal, a lo que antes era un camino más teatral, irreverente y provocador. Solo un año después de su inicio como directora, en 2011, fue premiada por los British Fashion Awards como la diseñadora del año. A lo largo de su tiempo en la marca, nos regaló muchos momentos icónicos, como: el diseño del vestido de novia de Kate Middleton; la colección Otoño Invierno 2012, inspirada en la naturaleza y la feminidad; la colección Primavera Verano 2019, que rinde una oda a la manufactura británica y las técnicas de confección; la colección Primavera Verano 2022, inspirada en su vida de niña, siendo esta la más personal y emocional… por mencionar algunas. En 2023 se despidió de la marca con una colección inspirada en la anatomía femenina.

En septiembre de 2024, anunciaron su llegada a Givenchy como directora creativa, convirtiéndose en la segunda mujer en toda la historia de la maison en ocupar ese puesto. Este marzo de 2025 presentará su primera colección en Paris Fashion Week: el desfile Otoño Invierno 2025, en el que seguramente incorporará su esencia única a una marca que ha estado básicamente olvidada en los últimos años. Con Sarah a la cabeza, podemos esperar un nuevo Givenchy. Un Givenchy más elegante, más tradicional, pero más rebelde.

Igualmente inglesa, pero comenzando su trayectoria desde un contexto diferente, está Louise Trotter. Louise toma inspiración de la arquitectura, el diseño industrial y de la vida cotidiana. Desde sus inicios ha tenido un enfoque minimalista y un agudo sentido de diseño. Comenzó su carrera laboral trabajando para las marcas Jigsaw y Whistles, en ambas como parte del equipo de diseño. En 2009 llegó a Joseph como directora creativa con el objetivo de revitalizar la marca. Su trabajo se caracterizó por el contraste entre lo clásico y lo rebelde, que venía por la inspiración de la cotidianidad que encontraba entre París y Londres.

En 2018, Lacoste la recibió como la primera directora creativa. Su debut con la marca fue con la colección Otoño de 2019, en la que comenzó a marcar su estética y visión. Presentó prendas oversized con otras más estructuradas, haciendo una mezcla de siluetas que parecían que encajarían mejor en las calles y no solamente en la cancha de tenis. Porque para Louise, la funcionalidad es indispensable al momento de diseñar. Siempre dice estar pensando en cómo lo utilizará su consumidor y la practicidad que aportará a su vida. En las colecciones de Primavera y Otoño de 2021 decidió reinterpretar prendas de los archivos Lacoste y crear una pequeña colección presentada a través de fotografías.
Cerró su ciclo con la marca con una colección sorpresiva. Su último show fue perfecto para experimentar con el logotipo del cocodrilo, utilizar colores neutros con vibrantes acentos, y dejar en claro su construcción de proporciones. A mí me gusta darle el término de “lujo deportivo contemporáneo”. En 2023 fue nombrada directora creativa de Carven. Una vez más, Louise entendió la esencia y la raíz de la marca. A través de prendas modernas y accesibles logró continuar celebrando la feminidad y la esencia parisina clásica que tanto se caracteriza en Carven. Tras la salida de Matthieu Blazy como director creativo de Bottega Veneta, en diciembre de 2024, no pasaron más de 5 minutos para que le otorgaran la “silla” creativa a Louise, dándole la oportunidad de continuar su trayectoria en una casa de moda en la que la creatividad y la elegancia son pilares importantes.
A principios de marzo de este 2025, podremos ver su primera colección durante Milan Fashion Week. Una colección que promete una nueva propuesta para Bottega Veneta. Louise seguro nos dará una nueva estética con una perspectiva femenina, minimalista y, sobre todo, funcional. La decisión tanto del grupo Kering como la de LVMH de nombrarlas directoras creativas me parece muy acertada, porque no solamente es por su larga trayectoria en la industria, sino también por el match perfecto que hacen con el ADN de las casas de moda.
Todavía quedan algunas sillas vacías, y mi mente optimista me hace pensar que algunas de ellas serán ocupadas por más mujeres. Porque, al final, la moda no solo se trata de llenar vacíos, sino de transformar el espacio con nuevas perspectivas, frescura y, sobre todo, una visión auténtica.
Para leer más de este y otros temas relacionados al mundo de la moda, visita la página de María Sofía Cervantes o en Substack.
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